Septiembre, el noveno mes del año en el calendario, pero el primer mes de un nuevo curso.
Hace poco leí que para muchos septiembre es el año nuevo, y que, por eso, hay que cogerlo y empezarlo con ilusión. Me encanta esa reflexión porque es cierto que siempre vemos este mes como el final de algo, pero nunca como el principio.
Y, es que, septiembre significa el inicio de un nuevo curso, de una nueva rutina, de nuevos proyectos, de nuevos objetivos, de nuevas ilusiones, de nuevos sueños. Es un mes en el que sacas agenda nueva y señalas el comienzo del curso.
Por eso, desde hace un par de años, para mi septiembre no es solo el final del verano, es el principio de una nueva meta y, por ello, nuevos proyectos vienen en camino.
Mira a tu alrededor, mira atrás en el tiempo, y piensa en tu futuro. ¿Qué ves? ¿Con qué sueñas? Quédate con las cosas buenas y bonitas, las que te den paz y felicidad, y pon tu objetivo en ello. Lucha por esa meta desde ahora, porque septiembre acaba de empezar.
Namasté.
