Teléfono

676 84 91 95

Correo electrónico

hola@susanagirfisioyoga.es

¿Qué es la meditación? ¿Qué es el mindfulness? Estas dos preguntas me la han hecho muchas veces en el poco tiempo que llevo dando clases de fisioyoga, y es que, la meditación es otra gran parte en mis clases.

Cuando empecé en el mundo del yoga, mi primera experiencia con la meditación fue nefasta. Tanto que estuve llorando y me dio ansiedad. Tal fue el agobio que tuve que le cogí miedo a meditar. Cada vez que intentaba meditar me faltaba el aire y me era imposible relajarme. Pero llegó una persona que me enseño lo que realmente era meditar y, desde entonces, y con mucha paciencia he ido consiguiendo avanzar en ello.

La falsa creencia que hay es que el mindfulness se utiliza para relajarnos y que disminuya el estrés, y que meditar es decir «om» y dejar la mente en blanco. Pero la realidad es que las dos cosas son lo mismo pero con diferente término. Y sí, te ayuda a relajarte y a disminuir el estrés, pero no debe ser ese nuestro objetivo.

¿Qué hace realmente la meditación en nuestro cuerpo? Pues principalmente relajarlo y calmar la ansiedad, pero, por otro lado, hace que nos sintamos mejor psicológicamente, tanto con los demás como con nosotros mismos. En el momento que empiezas a meditar, empiezas también a valorar otros aspectos de la vida que no te habías planteado. Porque sí, meditar es disfrutar y valorar el presente.

Meditar es tan sencillo como estar en «el aquí y el ahora». Es pararnos a respirar y olvidarnos de nuestro alrededor, de los ruidos que hay o de lo que me estaba estresando. Es disfrutar de un momento con nosotros mismos, sea de 30 segundos o de 20 minutos.

Pero, para saber meditar hay que saber relajarse primero, sobre todo físicamente. Por eso, ¿qué hacemos en las clases de fisioyoga? Primero nos centramos en nuestro cuerpo, somos conscientes de ello y de nuestra postura; hacemos ejercicio físico para cansarnos y liberar el estrés que llevamos dentro, y por supuesto, para mejorar nuestra salud. Después de una práctica física, toca relajar y meditar. Empezamos relajando nuestro cuerpo y, cuando lo sentimos relajado y sin tensiones, intentamos ir olvidándonos de nuestro alrededor y de lo que nos preocupe en ese momento. Solamente respiramos y disfrutamos.

Poco a poco, con tranquilidad y paciencia, podemos llegar a meditar el tiempo que queramos, solo tienes que tener constancia y ganas. Empieza por cosas que te motiven, que te ayuden, como este momento que viví hace poco: vete a una playa, al atardecer que esté casi vacía, siéntate en la orilla y simplemente mira tu alrededor y disfruta del momento; intenta olvidar lo que has dejado atrás o lo que tienes que hacer en un futuro, solamente relájate y descansa tu mente.

Si quieres seguir aprendiendo a meditar y relajarte no dudes en ponerte en contacto conmigo o hacerme las preguntas que necesites.

Artículos recomendados