¿El suelo pélvico existe? ¿Eso no es lo que tienen solo las mujeres embarazadas? ¿No es que cuando eres mayor te haces pipi encima?
Referente al suelo pélvico hay muchos mitos y falsas creencias pero es tan sencillo de entender como que es una parte más de nuestro cuerpo. Y sí, tanto de mujeres como de hombres, de niños y de adultos, todo el mundo tiene suelo pélvico.
El suelo pélvico es un conjunto de músculos, ligamentos y fascia que posee nuestro cuerpo en la parte más baja de la pelvis. Es aquella zona que tiene nuestros genitales. Y, como todo músculo o ligamento, también puede lesionarse y también puede ser ejercitado.
Tener un suelo pélvico sano es tan importante como tener fuerza en las piernas o en los brazos, ya que, si la musculatura falla, puede provocar ciertas lesiones como incontinencia urinaria o fecal, prolapsos, estreñimiento, dolor durante las relaciones sexuales, entre otras.
¿Por qué se producen estas lesiones? Puede ser por falta de fuerza, debido a una debilidad en la musculatura, o por un aumento del tono muscular provocando una incapacidad para poder relajar la musculatura. Sea cual sea el motivo o la lesión podemos trabajar para recuperarlo y que vuelva a ejercer su función correctamente. Y es muy fácil llevarlo a cabo siguiendo estos pasos:
1- Acude a tu ginecólogo/a cuando sea necesario una revisión o cuando sientas que algo está mal.
2- Busca un fisioterapeuta especializado en suelo pélvico para que valore si existe lesión y establezca un plan de tratamiento.
3- Realiza ejercicio físico cuidando tu suelo pélvico y, sobre todo, ejercicios específicos para esta estructura.
Con fisioyoga es posible ayudarte a rehabilitar tu suelo pélvico, siempre en conjunto con el fisioterapeuta especializado. Por eso iremos subiendo contenido que te ayude a realizar correctamente los ejercicios, pero, antes, sigue los pasos que te he dado para que la recuperación sea completa.
Si necesitas más información o clases presenciales de fisioyoga o sesiones de fisioterapia, no dudes en ponerte en contacto conmigo.