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El dolor cervical es uno de los más comunes entre la población. El estrés, la tensión y las malas posturas conllevan, en la mayoría de personas, problemas cervicales.

El cuello es una de las partes más importantes de nuestro cuerpo y de nuestra columna vertebral, y pocas personas le dedican el tiempo y el trabajo que necesita. Si tenemos una musculatura cervical fuerte, los dolores disminuirán y evitaremos las lesiones que pueden aparecer.

Sin embargo, siempre hay días en los que el dolor es inevitable y, por ello, en esos momentos, hay que buscar formas para aliviarlo sin necesidad de tomar medicamentos.

Hoy os enseño una nueva rutina de fisioyoga, unos ejercicios para que disminuyas tu dolor de cuello en esos peores días o, para que intentes hacerla casi a diario para así evitar que aparezca el dolor. Son ejercicios sencillos en los que se busca la liberación de la tensión muscular y de la columna, dando espacio así a las vértebras y a los discos intervertebrales. Puedes combinarlos con cualquier secuencia o posturas, o hacerlos por separado.

MOVIMIENTOS DE CUELLO EN FLEXIÓN Y EXTENSIÓN: muy suaves para calentar la zona. Si sientes mareos, dolor u hormigueos disminuye la velocidad y el rango de movimiento.
GATO-VACA SENTADOS: como lo hacemos de rodillas pero, así, podemos darle mayor movilidad al cuello. Si lo prefieres puedes hacerlo de rodillas.
ADHO MUKHA SVANASANA (PERRO CABEZA ABAJO): relaja tu columna y tu cuello para liberar la tensión muscular. Si lo prefieres, apoya tu cabeza en un cojín y relaja.
SANGASANA (EL CONEJO): con cuidado, haz rodar tu cabeza y siente cómo se estira la musculatura posterior del cuello. Haz fuerza con tus brazos para no echar todo el peso sobre tu cabeza.
EL PUENTE ENCIMA DE UN TACO: al hacer esta postura, coloca un taco en tu sacro y relaja todo tu cuerpo. Además de liberar tus lumbares, trabaja la movilidad del cuello y la expansión del pecho.
RELAJACIÓN CON UN TACO EN EL CUELLO: coloca el taco justo en la base del cráneo y relaja tu cuello. Puedes ir moviendo el cuello de un lado a otro y a flexión-extensión para masajear la zona o bien sentir cómo se libera la columna cervical y se relaja la musculatura.

Estos son solo algunas posibles posturas, después, hay muchas más que puedes trabajar, como el cachorro, la paloma, entre otras. Sin embargo, recuerda que lo conveniente ante dudas y un dolor persistente es acudir a un fisioterapeuta u otro especialista.

No olvides cuidar tu espalda para cuidar tu cuerpo. Es la parte más importante del cuerpo humano y la que menos se cuida, y es muy sencillo tener una espalda saludable.

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